Koss Island

Este lugar nos permite combinar las modalidades de inmersión en pecios y en cuevas con un fondo rocoso característico de las islas. Los restos de este barco destrozado por el fuerte oleaje que bate la zona, nos hacen conscientes del poder del mar nada más acercarnos a él.

Completamente volteado, retorcido y partido en tres grandes trozos, este pecio yace rendido y rodeado de multitud de pequeños restos que cubren el fondo. Su enorme hélice se alza en la popa en un último intento por enfrentarse a la fuerza del mar. El perfil del casco se asemeja más al de un submarino que al de un barco hundido. Esculpida sobre la pared de roca, que probablemente recibió el primer choque del barco cuando aún navegaba el 14 de julio de 1986, encontramos una cueva de aspecto fúnebre, medio escondida entre los restos de metal. Aunque el principal atractivo de esta inmersión es la combinación de hierro y roca, destaca el hecho de que este punto se encuentra situado, además, en una zona de grandes pelágicos, por lo que puede ocurrir que se vea pasar a algún medregal, bicuda o peto, destacando entre las omnipresentes fulas y los inquietos pejeverdes.

 

Galería